Si la épica es el género de los tiempos históricos de los tiranos, de las primeras civilizaciones y las primeras Olimpíadas ( 776 a.C.), el teatro, y en especial la tragedia, pertenecen a la llamada época clásica, aquella que transcurre en Atenas entre comienzos del V y finales del IV a.C. Es el momento de las "Guerras Médicas", las que enfrentaron a los persas y los griegos en las batallas de las Termópilas, Maratón ( 490 a.C.) o Salamina, tras las cuales surgirá el gran esplendor de la democracia de Pericles y, posteriormente, el derrumbe ateniense de la "Guerra de Peloponeso" bajo las espadas espartanas.
La tragedia nace en el siglo VI a.C. y tiene origen ático, ateniense, como una forma evolucionada de antiguas canciones corales que se recitaban en las celebraciones en honor al dios Dionisos en el transcurso de unas pocas fechas al año, auspiciadas por cada ciudad (“polis”). Se tenía la costumbre de incluir las tragedias en certámenes teatrales, en las que tres autores presentaban otras tantas obras (una tradicional fórmula conocida como "trilogía") ante un jurado que concedía premios al mejor autor (una corona de hiedra) y, en ocasiones, al mejor protagonista.
La tragedia pone en escena grandes problemas humanos -el destino, la muerte, la angustia, la libertad, el poder de los dioses-, aparentemente ajenos a la vida cotidiana, en boca de personajes legendarios y divinidades, con un estilo y lenguaje elevado y solemne.
En la tragedia se ponían en escena hasta tres actores (un protagonista y otros dos, siempre ciudadanos varones, incluso para representar papeles femeninos) que solían vestir largas túnicas e iban descalzos o, en ocasiones, llevaban zapatos de tacón alto (los "coturnos"). Completa el grupo un coro que comenta, explica e interpreta la situación dramática (entre 12 y 15 personas que se sirven de la música de flauta para sus recitaciones, participando moderadamente de la acción). Quienes representaban en escena utilizaban también máscaras para dar imagen y voz a sus papeles.
Las obras dramáticas tenía la siguiente estructura:
1º. El prólogo, que precede a la entrada del coro y suele ser una breve explicación del argumento o introducción de la obra.
2º. El "parodos", la entrada del coro.
3º. Los "episodios", las escenas que desarrollan los actores junto al coro.
4º. Los "stasima", cantos últimos del coro dirigiéndose al público.
5º. El "exodos" o escena final.
Las representaciones teatrales se realizaban en un recinto semicircular al aire libre bajo cuyas gradas se situaba la "orchestra", un espacio de circunferencia en el que se situaba el coro y que separaba a los espectadores del proscenio y de la "escena" o telón de fondo del recinto teatral (en los construidos en piedra, semejaba la fachada de un templo o palacio). No había decoración alguna pero se solían usar mecanismos sobre el escenario, "maquinaria" elevada para ciertos "efectos especiales". Los espectadores pagaban una mínima entrada (óbolo) para asistir a las representaciones que se desarrollaban durante todo un día.
Los tres autores más representativos de la tragedia griega, los tres clásicos por excelencia son Esquilo, Sófocles y Eurípides.
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